Zacatecas, Zac.- “Los mexicanos somos, más que talladores de piedra y madera, escultores en arcilla. A raíz de la conquista de México se perdió algo de ese oficio, pero de unos años para acá hemos rescatado la arcilla como material escultórico”, afirmó la ceramista Rosario Guillermo, quien imparte un curso en el Núcleo ISSSTEZAC de Cultura (NIC).
La escultora, originaria de Yucatán, es miembro de la Academia Internacional de la Cerámica desde 2005 y su obra es reconocida en América, Asia y Europa. Dinamarca, Hungría, Francia, Austria, Irlanda, Checoslovaquia, Puerto Rico, China y Estados Unidos son algunas naciones donde ha montado exitosas exposiciones.
A varios premios internacionales logrados, suma el privilegio de tener obras en colecciones de diferentes museos del extranjero y, por supuesto, de México.
Rosario Guillermo fue invitada por el director del NIC, Alfonso López Monreal, para compartir su experiencia con artistas zacatecanos dentro del curso titulado Cerámica Escultórica, al cual asisten creadores locales como Sara Ortiz García, Jesús Reyes Cordero, Gabriela Suárez del Real y Fernando Salcedo Suárez del Real, entre otros.
La maestra, heredera de la visión y sensibilidad creadora de los mayas, encontró en el barro zacatecano la materia prima para concretar su expresividad en piezas orientadas a la exaltación del fuego, la fertilidad y el diálogo eterno que en la vida es sostenido por lo femenino y lo masculino.
“Tenemos que rescatar lo que es nuestro; la cerámica escultórica es un arte muy apreciado en el mundo y quienes me invitan a impartir estos cursos saben de su importancia”, aseguró la artista.
Resaltó la importancia de que el NIC tenga entre sus actividades más intensas los talleres de cerámica, con decenas de niños y adolescentes que han entrado con paso firme al mundo de la creación artística.
El curso es intensivo, durante cinco días y con horario de 10:00 a 19:00 horas, dirigido a ceramistas principiantes y avanzados. El principal objetivo es aprender el ensamblaje de piezas en hueco, y realizar cualquier proyecto escultórico con otros materiales como madera y metal.
Con la arcilla todas las formas son posibles y con buenas técnicas de ensamblaje el único límite es la imaginación del artista, enfatizó Rosario Guillermo, quien se dijo fascinada de impartir su curso “en la tierra del mejor barro del mundo. El barro zacatecano es un hito a nivel mundial; sin él simplemente no habría escultura”.