▪️Además de su amor por la música y el canto, Feliciano destaca también en las matemáticas y en el deporte
▪️Tiene 11 años y estudia el quinto grado en la primaria Niños Héroes, en la comunidad Ranchito del Tanque, en Valparaíso
▪️Desde el Gobierno encabezado por David Monreal Ávila, se estimulan los talentos de los estudiantes en las escuelas: Maribel Villalpando Haro
Valparaíso, Zac., 19 de octubre 2022.- A sus 11 años, Feliciano ha demostrado ser un niño enamorado de la música, del canto y de su cultura wixárika.
Recientemente, lo demostró al ganar el primer lugar en el Concurso de Canto que organiza anualmente la Casa Municipal de Cultura de Valparaíso.
La Secretaria de Educación de Zacatecas, Maribel Villalpando Haro, reconoció el logro de este alumno wixárika y dijo que, en el Gobierno que encabeza David Monreal Ávila, se estimulan los talentos de los estudiantes para que en la escuela puedan desarrollar habilidades y mejorar sus capacidades.
Desde pequeño aprendió a tocar el güiro y sueña con que, muy pronto, su papá pueda enseñarlo a tocar el violín, pues es el instrumento que más le gusta.
El talento de Feliciano no se reduce a tocar instrumentos musicales, puesto que también tiene un especial gusto por el canto y lo hace muy bien.
Feliciano Carrillo Nazario cursa el quinto grado de primaria en la escuela Niños Héroes, de la comunidad Ranchito del Tanque, en Valparaíso, Zacatecas, en la que tiene un desempeño destacable.
Un niño normal muy talentoso
Como a cualquier niño, le gusta correr, jugar y compartir tiempo con sus compañeros de la escuela.
Relata que tiene un amigo muy especial con el que disfruta jugar cuando termina de hacer su tarea; se trata de su perro “Pulgarcito”, con el que tanto él como sus hermanos pequeños se divierten mucho.
Además de destacar en las artes, el pequeño Feliciano se ha desempeñado con excelencia en las matemáticas, el futbol y el atletismo. Y no sólo eso: aprendió muy bien a crear artesanías con chaquira.
La maestra Mónica Carrillo Castañeda, directora de la escuela Niños Héroes, al igual que el resto de los docentes y los compañeros de Feliciano, está orgullosa de él y lo impulsa a desempeñarse en lo que más le gusta, que es cantar.
La directora relató que cuando descubrieron las aptitudes artísticas del niño, lo canalizaron a la Unidad de Servicios de Apoyo a la Educación (USAER), donde se le ha impulsado y se le ha dado todo el apoyo para desarrollar su talento.
A partir de ese momento, Feliciano se ha sentido más seguro y contento de participar en presentaciones escolares y acompañando a su familia en algunos eventos musicales.
Familia de artistas
Para nadie es raro que Feliciano haya mostrado su amor por la música y el canto, pues nació en una familia de artistas.
La familia Carrillo Nazario es originaria de Santa Catarina de Cuexcomatitlán, ubicada en Mezquitic, Jalisco, pero desde hace 20 años se estableció en Valparaíso. Ahí es donde han echado raíces y donde Feliciano es feliz.
Su abuelo canta y toca la guitarra desde que era muy joven; su papá toca el violín, la vihuela, el bajo y la guitarra; y sus hermanos cantan y tocan el violín, el tololoche y la vihuela.
Juntos, tienen un grupo llamado Ritmo Huichol y a menudo tienen presentaciones en Fresnillo y en la capital de Zacatecas.
Con sus ojitos llenos de ilusión, Feliciano confiesa que su sueño es llegar a ser un gran cantante y músico, como los integrantes de su familia, pero, sobre todo, como su papá, don Leopoldo, de quien se siente profundamente orgulloso.
“Me inspira mi papá, quiero ser como él, porque canta y toca varios instrumentos”, expresa el pequeño.
En su hablar, Feliciano muestra sencillez y eso lo hace ser un niño agradecido con sus padres por las enseñanzas que le han dado en la música, en la escuela y en la vida.
Con la canción “La feria de las flores”, este pequeñín wixárika compitió frente a siete cantantes más, pero fue él quien se ganó la admiración y el gusto del público y del jurado, en Valparaíso.
Sus canciones favoritas son dos: “La feria de las flores” y “La gitanilla”, pero eligió cantar la primera porque fue la que aprendió desde que era “muy chiquillo”.
Su abuelo, sus padres, sus hermanos y todos en su comunidad se dicen orgullosos de Feliciano, pues saben que es talentoso y porque, siendo un niño, ya está realizando su sueño.