MANUEL IBARRA SANTOS.
Los trabajadores de la educación en Zacatecas integran un ejército de más de 40 mil personas y su presencia cívica, social, cultural y política en los próximos comicios será determinante (por su influencia hasta en las comunidades más alejadas del Estado), para consolidar el escenario del proyecto ganador en las elecciones. Y en ese sentido, David Monreal, ha marcado diferencia y ventaja.
En el transcurso de la última y más reciente semana, los representantes de las más numerosas y poderosas organizaciones sindicales del magisterio manifestaron, en un hecho inusitado, su adhesión y apoyo al proyecto D21. Igualmente lo hicieron otros gremios igual de importantes.
Pero eso no es todo. En las comunidades, los municipios y en las diversas regiones geográficas de la entidad, los liderazgos magisteriales locales ya hicieron lo propio, en un acto de desafío que ha cuestionado los tradicionales mecanismos de control oficiosos, no obstante, los llamados a mantener la vieja disciplina del sometimiento. En lo individual o colectivo, muchos profesores, han determinado saltar y desbordar los espacios de la cooptación e incluso de la amenaza. Lo están haciendo sin temor alguno.
En esta coyuntura, el magisterio, en lo personal o en lo gremial, ha tomado la determinación, por lo que se ve, de saltar y superar, lo que Paulo Freire, el excepcional teórico de la educación liberadora, denominó como la maquinaria de la opresión política y la cultura del silencio.
Esa estructura avasallante del viejo asfixiante control corporativo de la actuación y el pensamiento político de los profesores, se ha visto ahora modificada y transformada. Los trabajadores de la educación, sin temor al riesgo de las represalias, han manifestado ya con anticipación sus preferencias político/ideológicas, de cara y enfrente de las propias autoridades. Esto hacía tiempo que no sucedía en la entidad. Ese singular fenómeno emergente es digno de racionalizarlo: ¿Por qué está sucediendo en Zacatecas?
Sin duda, esta nueva realidad implica que el arreglo del antiguo pacto corporativo que ha encerrado y sometido al maestro en las redes del control corporativo y del patrimonialismo, se están transformando y modificando de raíz
Hacía tiempo que los maestros no se manifestaban desbordando los espacios de la autoridad oficial como ahora. Ni el autoritarismo escondido en la hipocresía de la frivolidad de las imágenes “bonitas” detendrán el comportamiento cívico de los profesores.
Y es que los maestros no sólo son profesionales de la educación, formados con un alto nivel de conciencia y sensibilidad popular en las escuelas normales. Son también actores, activistas y líderes de la transformación política de la sociedad.
Se equivocan aquellos que desde los espacios del poder público pretenden reducir el perfil de los profesores a simples burócratas, a los que se puede control a través de la instrumentalización en el manejo de sus salarios. Ese es un error, que puede traducirse en un agravio adicional, a los agravios acumulados en los últimos años.
Se tendrá que entender el fondo de la motivación de la labor de los profesores: existe una relación profunda en el trabajo docente cotidiano, con la democracia popular. Y como lo dijo en alguna ocasión el insigne pedagogo Paulo Freire, “en todo acto educativo existe, no solo una acción liberadora del ser humano, sino también un implícito acto político”.
Por lo pronto, está en marcha en Zacatecas una movilización silenciosa de los profesores, que demanda cambios de fondo. En otras ocasiones, la irrupción podrá ser ruidosa y violenta. No hay que menospreciar la inteligencia de los maestros.
LA MOVILIZACIÓN POLÍTICA DE LOS PROFESORES.
Si en nuestra entidad existen más de 40 mil trabajadores de la educación, y ellos pueden influir al menos en tres ciudadanos adicionales, entonces se estará manifestando en las próximas elecciones, una fuerza popular de casi 160 mil personas, vinculadas a la influencia de los profesores. Una cifra de votos verdaderamente importante.
El proyecto que logre sumar la mayoría de los votos de la acción movilizadora del magisterio, ese será el ganador en las próximas elecciones. Y hasta ahora, es David Monreal Ávila, quien ha calado hondo en el ánimo de los profesores.
Las redes de profesores que operan en todas las latitudes de la geografía zacatecana, están promoviendo en sus discursos, el cambio y la alternancia política en los comicios de junio.
LOS PROFESORES, CONCIENTIZACIÓN Y LA SOCIEDAD:
Durante el transcurso de todo el siglo XX, los profesores, los estudiantes y las escuelas normales desempeñaron un gran activismo, promoviendo la organización política de la sociedad. Ahora no es la excepción, con sus matices.
Durante todo ese siglo de historia, la construcción de las instituciones democráticas en México y en Zacatecas, no pueden entenderse al margen de la movilización popular de los maestros y de los estudiantes normalistas, los que crearon procesos de concientización ciudadana, para promover el cambio.
Hoy en día en Zacatecas existe una movilización cultural de los maestros por el cambio, la transformación y el trato digno. Esperemos que este fenómeno no se agote en los comicios de junio próximo.